Europa silbando con las manos en los bolsillos
La agencia de la Naciones unidas a cargo de los refugiados (ACNUR) ha comenzado a registrar refugiados provenientes de Mozambique, la mayoría de las provincias de Tete y Manica, en un campo al sur de Malawi.
En menos de dos días 1.185 personas han sido registradas, dos tercios de ellas mujeres y niños en un nuevo campo establecido en la provincia de Chikkwa en la frontera con Mozambique. En Malawi, más de 900 personas en lista de espera están siendo entrevistadas. Las autoridades del campo esperan que al menos otras 400 personas más pasen la frontera en los próximos días.
Los refugiados han dicho a los trabajadores del ACNUR que han huido de sus comunidades a causa del conflicto militar de baja intensidad que vive Mozambique en las provincias de Manica, Tete y Sofala. Los refugiados han acusado al ejército de atacar y quemar sus comunidades y viviendas. Un refugiado denunció la muerte de un familiar en uno de estos operativos. El conflicto dura ya tres años –los medios internacionales lo han ignorado– pero en los últimos seis meses parece haberse intensificado después de un duro enfrentamiento entre el ejército y la guerrilla del RENAMO cerca de Chimoyo que causó una veintena de muertos. ¿Puede ser que la sequía haya ayudado?
El conflicto parece un anacronismo en un país que es presentado como uno de los países más prometedores del África exitosa que nos venden. Hace dos años Mozambique era uno de los tres países con mayor crecimiento económico del mundo. Las embajadas de Europa, China y Brasil organizaban tours con inversores que buscaban sacar ventaja de los fabulosos depósitos de carbón y gas encontrados. Los gobernantes los recibían con los brazos abiertos. Mozambique está en los primeros lugares de las listas sobre la corrupción. Este año el FMI ha tenido que dar un crédito al gobierno de 286 millones de dólares para poder pagar sus deudas internacionales porque sus cuentas en dólares están vacías. El último informe del PNUD sobre el desarrollo humano sitúa a Mozambique entre los cinco países menos desarrollados del mundo. Resulta que uno de los países supuestamente más exitosos de África esta en la cuna mundial del bienestar.
La razón de la crisis de los refugiados está siendo investigada. El gobierno guarda silencio como si no existiera. Daklama, el líder de la guerrilla del RENAMO, guarda silencio como no existiera. La comunidad internacional guarda silencio como si no existiera. Los medios guardan silencio como si no existiera. El silencio es conveniente para todos, como la inseguridad e inestabilidad en la zona, por las posibilidades de negocios superlucrativos que existen. (Perdonen que rompa los cánones de la ortodoxia económica). Los generales de ambos lados y sus socios se aprovechan del negocio de las armas y de lo que les cae de otros a su sombra. Hay caza furtiva de elefantes y rinocerontes. Hay diamantes y otras piedras preciosas. Hay minerales raros. Además el área es un corredor de entrada y salida al Congo. Sus guerras y nuestros muertos. Las víctimas son los campesinos de las comunidades que han empezado a huir de la guerra. Puede ser que también estén huyendo del hambre. Si lo dijeran ¿cómo podían aceptarlos como refugiados?
El gobierno de Mozambique acaba de declarar la alerta naranja en el país por inseguridad alimentaria. Hay una tremenda sequía en el sur que está diezmando el ganado y ha impedido a muchas comunidades sembrar sus campos de maíz. En el norte severas inundaciones están amenazando las cosechas. Mozambique es un inmenso país en la costa del océano Indico. La ciudad de Pemba, en el norte, está más cerca de Nairobi que de Maputo, la capital de Mozambique. Según el gobierno solo en la provincia de Gaza, en el sur, 35 mil familias están ya amenazadas de hambre y requerirán asistencia alimenticia. Estas personas, como los refugiados de Malawi, necesitan ayuda.
En el año 2015 se necesitaron 40 mil millones de dólares para asistencia humanitaria en todo el mundo, pero solo se obtuvieron 25 mil. Este año parece que la cantidad necesitada va a ser mucho mayor. A las crisis de Yemen y Siria habrá que añadir las ocasionadas por sequías e inundaciones provocadas por el Niño y otros fenómenos climáticos. El calentamiento global está intensificando sequías e inundaciones en el este y sur de África. Es tal el caos ambiental que hemos organizado que la caridad no puede ya resolver las crisis humanitarias. La compasión conservadora ha quedado obsoleta como muestra el enorme déficit. Hay que buscar otras soluciones. Mayores catástrofes naturales y sociales se avecinan y los estados frágiles como Mozambique o Malawi no tienen recursos. ¿Ha llegado el momento de establecer un impuesto mundial para hacer frente a las crisis humanitarias en la nueva era del cambio climático como ha empezado a discutirse en Naciones Unidas?