Partido de dobles

PARTIDO DE DOBLES

Trump-Putin vs. UE-Ucrania.

Por Robert Fico

“Desde el principio, he tenido una visión de la guerra de Ucrania distinta de la de la mayoría absoluta de los primeros ministros de la UE. Y se lo he restregado. Pero sabía lo que hacía. El uso de la fuerza militar por parte de Rusia era una violación del derecho internacional, pero Rusia tenía serias razones de seguridad para hacerlo. Apoyé todos los planes de paz y el cese inmediato de los combates. Cuando esto estuvo sobre la mesa en abril de 2022, Occidente se lo prohibió a Ucrania. Porque creía ingenuamente que continuar la guerra debilitaría a Rusia política y económicamente.

La UE es la segunda perdedora después de Ucrania. Esto se debe pura y simplemente a que, a día de hoy, no tiene opinión propia sobre las grandes cuestiones de política exterior y se ha limitado a copiar ciegamente a la administración Biden en la guerra de Ucrania. Siempre lo he señalado, pero quizá no con suficiente contundencia, y por eso debemos compartir la responsabilidad con la UE, de la que somos miembros y queremos seguir siéndolo. La UE ha lanzado una ofensiva sin cuartel en la guerra de Ucrania: sanciones contra Rusia, enorme apoyo financiero, militar, político y de burda propaganda a Ucrania.

Ahora me entristece ver lo indefensos que estamos en la UE, especialmente lo indefensos que están aquellos que han apoyado tan firmemente más y más matanzas en Ucrania. Después de todo lo militarmente que se ha comportado el proyecto de paz de la UE, cuánto dinero y amor han dado a Ucrania, hoy nadie habla con la UE. En la UE no tenemos ni idea de lo que está ocurriendo realmente en la relación entre Estados Unidos y Rusia, que es absolutamente crucial para poner fin al conflicto militar. No sé si no suena un poco embarazoso cuando, hoy, algunos Estados miembros e instituciones de la UE claman por un asiento en la mesa de negociaciones sobre la paz.

El presidente Trump, tras una larga conversación telefónica con el presidente Putin, al menos llamó a Zelensky y le contó lo que le esperaba. Por ejemplo, algo tan inimaginable como unas elecciones democráticas. Nadie nos llama en la UE. Nadie está llamando al presidente del ER, de la CE y del PE. La UE tendrá que recuperar rápidamente la sobriedad de su locura militar y darse cuenta de que tiene que ser soberana en sus opiniones y actitudes para sobrevivir. De lo contrario, se verá abocada a una profunda crisis. Este es exactamente el tipo de autorreflexión de la UE que en SMERE – SSD también buscamos y en la que queremos participar activamente. Por eso también es triste ver a nuestros belicistas en Eslovaquia. Son tan silenciosos como piojos bajo una costra, lo único que saben hacer es gritarnos a SMER – SSD y a mí cuando hablamos con confianza sobre el hecho de que Eslovaquia debe prepararse para una nueva calidad de relaciones internacionales y que no podemos permanecer de pie como una capilla de piedra detrás del pueblo. Lo único que saben hacer es insultar al presidente ruso Vladimir Putin después de reunirse con él y conmigo y, basándose en la mentira sobre la salida de la UE, masajear a la gente en las calles. ¿Gritarán así cuando el presidente estadounidense Trump visite Moscú, como ha confirmado públicamente?

Lo siento muchísimo por los cientos de miles de muertos tanto en el bando ucraniano como en el ruso. En la UE deberíamos reflexionar sobre ellos. Ha quedado claro que no hay solución militar a la guerra; lo he repetido quizá mil veces. Sin embargo, los halcones de la guerra en la UE empujaron a Ucrania a más y más matanzas. Recordemos la famosa declaración del GT de la OTAN, el holandés Rutte, de que Occidente no está perdiendo la guerra en Ucrania, simplemente el frente no avanza en la dirección correcta. No he oído tanta honestidad brutal y admisión de lo que la guerra en Ucrania ha sido en realidad para Occidente durante toda la duración del conflicto.

El presidente ruso, Vladímir Putin, al que los medios eslovacos y europeos se han referido y se refieren de la manera más despreciable, decidirá hoy lo que ocurre en Ucrania, junto con el presidente estadounidense, Donald Trump, al que los medios eslovacos y europeos se refieren ahora de la manera más despreciable. Nadie más. Putin y Trump. Y no hace falta tener un título universitario para entender lo que va a pasar. El presidente Trump va a exigir a Ucrania que le devuelva todo lo que Biden le dio al apoyar la guerra. Obligará a Europa a tomar aún más gas y petróleo de Estados Unidos y, al final, les dirá a los aliados de la OTAN que, a menos que tengan la amabilidad de aumentar brutalmente su gasto en defensa a, digamos, el 5% del PIB, pueden olvidarse amablemente del artículo 5 del tratado de la OTAN. El presidente Putin se quedará con el territorio de Ucrania que controla militarmente y con la garantía de que Ucrania nunca será miembro de la OTAN. ¿Y Ucrania? Perderá un tercio de su territorio, sus riquezas minerales, nunca estará en la OTAN y habrá ejércitos extranjeros en su territorio.

El presidente Zelensky ciertamente no alcanzará la gloria eterna por esto. Todos los demás se limitarán a ayudar. Nosotros, en la UE, nos limitaremos a mirar impotentes. Tenemos que culparnos a nosotros mismos de esta humillante tarea. El partido de dobles de tenis entre la pareja de Trump, Putin y la pareja de la UE, Ucrania será ganado por la pareja presidencial convincentemente por 3-0 en tres sets (6:0, 6:0, 6:0). Y, sobre todo, olvidémonos del orden mundial existente. Y en la UE, deberíamos empezar inmediatamente a seguir la vieja verdad de que el futuro se prevé mejor si empezamos a trabajar en él activamente. Y de eso trataba mi reunión con el presidente ruso.

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