Alianza Global de Mujeres por la Paz contra la OTAN
Declaración por la Paz
Mujeres de todo el mundo que amamos profundamente nuestro planeta. Apreciamos los valores universales de igualdad, justicia y paz afirmados en la Carta de las Naciones Unidas y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; luchamos por la afirmación de los derechos de las mujeres y de los ciudadanos, contra toda forma de violencia, explotación y discriminación. Llevamos décadas comprometidas en la búsqueda de la paz global, de un nuevo orden en el mundo que suprima la guerra. Reconocemos el papel que desempeña el capitalismo en la generación del militarismo y la guerra, y queremos una nueva seguridad no militarizada, que garantice la vida y la salud de las generaciones presentes y futuras de todos los habitantes de este planeta, y del planeta mismo.
Nuestra búsqueda de la paz se ve hoy amenazada por una escalada armamentística y el riesgo de guerra nuclear, el fortalecimiento de las alianzas militares y la militarización de las relaciones internacionales. Todo ello corre el riesgo de conducir a la humanidad hacia la catástrofe. Las decisiones de la OTAN desde 1991 han sido en gran medida responsables de esta confrontación mundial en desarrollo. La última etapa de este proceso político es el llamado Nuevo Concepto Estratégico, acordado en la última Cumbre de Jefes de Estado de la OTAN, que tuvo lugar en Madrid en 2022.
El Nuevo Concepto Estratégico sigue estableciendo funciones y tareas que van mucho más allá de los objetivos «defensivos» originales de la OTAN, sustituyendo funciones y tareas que son responsabilidad exclusiva de las Naciones Unidas. Una OTAN cada vez más global, que opera en interés de los países ricos de «Occidente», ha extendido sus actividades a la región del Pacífico. Pretende imponer un «modelo de civilización» mucho más allá de la zona del Tratado original euroatlántico. El nuevo planteamiento estratégico es totalmente contrario al «espíritu de Helsinki», que busca la cooperación pacífica entre Estados y el rechazo de la amenaza o el uso de la fuerza.
Esta reconfiguración ofensiva de la OTAN contradice frontalmente los principios constitucionales de muchos Estados miembros. Aprobada a menudo sin el consentimiento de los parlamentos nacionales, también va en contra del deseo explícito de paz de muchos pueblos de los países de la OTAN. En un momento en que muchos se enfrentan a una grave crisis del coste de la vida, los gobiernos se ven obligados por la OTAN a aumentar el gasto militar incluso por encima del 2% del PIB para hacer frente al frenético proceso de rearme en curso. Esto suele ir acompañado de un creciente autoritarismo y un rebrote de ideologías neofascistas, nacionalistas, xenófobas y sexistas alentadas por una cultura cada vez más militarizada.
La próxima cumbre de Jefes de Estado de la OTAN tendrá lugar en Vilna (Lituania) los días 11 y 12 de julio. Se seguirá elaborando el Nuevo Concepto Estratégico, que aumentará la amenaza global, y se exigirán nuevos aumentos del gasto militar. Se creará un fondo especial de inversión de 1.000 millones de euros, con cargo a los presupuestos públicos, para la creación de empresas y la modernización tecnológica, que fomentará abiertamente la combinación de la educación científica y la formación de los jóvenes con la investigación militar. La Cumbre de Vilna también promoverá un nuevo enfoque de «integración de la perspectiva de género», fomentando la promoción de las mujeres a puestos de responsabilidad en la OTAN.
Como mujeres del mundo, repudiamos a la OTAN y su visión del mundo. Alimenta la inestabilidad y exacerba los enfrentamientos internacionales. Es además incompatible con nuestro principio de cuidar la paz, un principio que pretendemos establecer a escala mundial.
El tiempo del colonialismo y del imperialismo ha terminado. Se ha acabado el tiempo de la pretensión occidental de dominación unipolar y de «superioridad moral». Hoy damos la bienvenida a un nuevo orden mundial multipolar basado en soluciones compartidas, en la justicia social y medioambiental, en el reparto de recursos y tecnología y en la transición hacia arsenales militares cero. Esto es de lo que las mujeres hablamos en la Cumbre por la Paz de Madrid el año pasado. Lo reafirmaremos en la cumbre de la OTAN en Vilna en 2023.
¿Qué es lo que queremos?
Nos reuniremos en Bruselas, donde está la sede de la OTAN, para decir:
- NO a la OTAN global, NO a los bloques cada vez más militarizados, NO a la guerra como forma de resolver las disputas internacionales.
- NO a la investigación científica militarizada. Las jóvenes generaciones tienen derecho a una educación laica y democrática, inspirada en los valores de la coexistencia pacífica entre pueblos y naciones.
- No a la implicación de las mujeres en los planes militares del patriarcado. No a cualquier «integración de la perspectiva de género» en la OTAN. El hecho de nombrar a mujeres para puestos directivos en una organización militar belicista no hará avanzar los principios de igualdad, justicia y paz que fundamentan la lucha de las mujeres por la libertad.
En su lugar, decimos «Sí», respetando la verdadera intención de la Resolución 1325 de la ONU sobre la participación de las mujeres en las conversaciones y procesos de paz.
Tenemos pensado hablar de todo esto en Bruselas. Celebraremos un debate abierto los días 7 y 8 de julio de 2023, e invitamos a mujeres de todo el mundo a unirse a nosotros, sean o no de Estados miembros de la OTAN. Damos la bienvenida a todos los que compartan estos objetivos: alzarse en defensa de la paz, la vida y la emancipación de la mujer.