Entrevista de la agencia EFE a Miguel Riera, actual director de la revista, por el 40ª aniversario de El Viejo Topo.
La revista El Viejo Topo, que buena parte de una generación paseó bajo el brazo en la universidad durante la Transición, sigue al pie del cañón 40 años después, «por la tozudez y el sacrificio» de un puñado de personas, encabezadas por Miguel Riera, uno de sus fundadores y actual director.
Cuatro décadas de cultura, política y activismo, que la revista celebra este mes con un número especial que repasa los momentos más destacados de la publicación y con una selección de veinte títulos elegidos por Riera entre los más de mil que ha publicado en este tiempo en las editoriales que forma parte del grupo: El Viejo Topo, Montesinos, Piel de Zapa y Biblioteca Buridan.
En estos cuarenta años, las cosas han cambiado mucho y Miguel Riera ha sido un observador atento que ha intentado «dar herramientas para el pensamiento crítico» a través de la revista y aportar su «granito de arena» en favor de «la emancipación», pero el resultado no es muy alentador, según ha dicho en una entrevista a Efe, porque «cada vez se lee menos», la «falta de reflexión» es uno de los males de nuestro tiempo y «la cultura casi es un estorbo».
PREGUNTA: Teniendo en cuenta que la mayor parte de las revistas afines que nacieron en los 70 han desaparecido. ¿Cómo han conseguido llegar a los 40 años?
RESPUESTA: Por tozudez, con mucho esfuerzo, con mucho sacrificio personal y con mucha ayuda de gente que ha estado alrededor, gente que colabora desinteresadamente, gente que escribe, que difunde. Aunque no se si aguantaremos 40 años más.
P: ¿Cuántas crisis han superado?
R: Nosotros hemos estado siempre en crisis económica. También hemos pasado otro tipo de crisis, como la actual, que es reflejo de un cambio de época, pero la crisis que yo recuerdo más desagradable fue la de los ochenta, cuando la llegada del PSOE fue como una aspiradora que se llevó a mucha gente a las instituciones y obligó a cerrar la revista. Después vino la decepción de ver cosas como la corrupción y los GAL y la revista volvió salir a la calle porque seguía siendo necesaria.
P: ¿Siguen fieles a los principios fundacionales de la revista?
R: Somos militantes y eso no ha cambiado. Nosotros seguimos empujando hacia la transformación. El contexto ha cambiado pero la necesidad de dar herramientas para pensar e ir un poco más allá de la información sigue teniendo el mismo sentido. En ese aspecto somos una revista radical, antes y después, en el sentido de ir a la raíz de las cosas.
P: ¿Su objetivo de ayudar a la reflexión y alimentar el pensamiento crítico es más fácil o más difícil cuarenta años después?
R: Es más difícil ahora porque un porcentaje muy alto de la gente, sobre todo entre los menores de 40 años, se da por satisfecha con la información superficial. Tengo la impresión de que las nuevas generaciones creen que saben lo suficiente sólo con lo que encuentran en Internet. Buscan la información en los medios y la contrainformación en Internet y piensan que es suficiente, pero no es suficiente, es necesario profundizar más.
P: ¿La democracia nos ha hecho más cultos?
R: Creo que la cultura ya no es un valor añadido, soy muy crítico, creo que desde la movida madrileña para aquí la cultura ha perdido puntos. Antes quizás era minoritaria, pero la cultura tenía un valor, yo creo que ahora no, no significa nada, casi es un estorbo. Además se lee menos, como editor lo puedo certificar.
R: ¿Se siente decepcionado con la dirección que ha tomado la sociedad española en estos 40 años?
R: No, sólo siento que han pasado los años y que queda mucho por hacer, igual que antes. Nuestro objetivo es infinito y nosotros simplemente hacemos lo que podemos. Al principio creíamos que la revolución estaba a la vuelta de la esquina, ahora ya sabemos que no. Aunque el viejo topo ya sabes quién es, es una expresión de Shakespeare que toma Marx y que se refiere a aquel que asoma la cabeza cuando menos te lo esperas.
P: ¿Ve paralelismos entre los años 70 y nuestros días?
R: Sí que los veo desde que en el 15-M apareció un buen numero de personas jóvenes que tenían el mismo espíritu animoso, la misma capacidad de iniciativa, las mismas ganas para hacer proyectos que tuvimos en ese tiempo. Ahora eso ha cristalizado políticamente y parece que esté también deteniéndose. Hay síntomas de que hay fuerzas políticas dentro de este magma que aspirarían al distanciamiento del origen, pero vamos a tener esperanza.
P: ¿Se atreve a hacer predicciones?
R: En España la verdad es que no sé lo que va a pasar. Sólo sé que estamos viviendo un cambio de época, es verdad que el régimen de la Transición, como se le ha llamado despectivamente, está caduco, acabado, y va a aparecer algo nuevo, se está forjando algo nuevo. Ahora bien, la dirección que va a tomar, la verdad que no la sé.
P: ¿Y más allá de nuestras fronteras?
R: En relación al mundo mundial soy brutalmente pesimista, el capitalismo mundial globalizado tiene los días contados, es verdad que siempre se ha dicho eso desde el marxismo, pero ahora la masa de capital es tan enorme y el sistema global está tan amenazado por el cambio climático y los movimientos demográficos que veo difícil que el capitalismo sea capaz de darle la vuelta a esta situación, a no ser que aparezca algún tipo de adelanto técnico que permita crear nuevas burbujas, pero si eso no se produce durante un tiempo largo, creo que pueden venir situaciones que sólo se suelen resolver históricamente mediante la guerra. El horizonte de una gran guerra en los próximos años no lo descarto, mira si soy pesimista.
P: ¿Qué puede hacer El Viejo Topo en este contexto?
R: El Viejo Topo es una cosa muy modesta, sólo podemos seguir dando herramientas que sirvan para pensar y para que cada vez más gente sea consciente del enorme peligro que puede suponer ir hacia una gran guerra.
P: ¿Los medios de comunicación están en disposición de jugar un papel relevante en este cambio de época?
R: Los grandes medios de comunicación sigue teniendo más peso que la contrainformación que se puede encontrar en internet, pero estos medios grandes tienen dos problemas gravísimos: uno es que estamos en un cambio de época y los medios tienen grandes dudas sobre qué hacer en el futuro, porque lo digital no parece suficiente y el papel lo tiene difícil económicamente; el otro es que estos medios tienen propietarios con intereses que se reflejan en lo que publican, y eso los lectores lo saben y contribuye a la pérdida de lectores. Esta situación genera incertidumbre, yo mismo me planteo hasta cuándo tengo que seguir con la revista en papel y si lo que tenemos en nuestra web es suficiente o tenemos que hacer otra cosa. Supongo que las incertidumbres se irán despejando.
Entrevista publicada por EFE
Leí la entrevista hace días cuando la publicaron y me pareció que Miguel era extremadamente apocalíptico, pero hoy, a pocas horas que nos confirmen que Trump será presidente, me temo que voy a tenerle que dar la razón.