Cómo salir de la guerra en Ucrania. Parte1ª

Cómo salir de la guerra en Ucrania. Parte1ª

La guerra en Ucrania parece prolongarse. Las pérdidas en ambos bandos, aunque en gran parte envueltas en el misterio, son muy cuantiosas. En un momento en el que la «contraofensiva» ucraniana está resultando un costoso fracaso, pero también en el que esta guerra está provocando cambios considerables en la situación geoestratégica mundial, se necesita más que nunca una solución política. Debería unir todas las energías de las personas razonables de Europa y de todo el mundo. Para comprender la urgencia de esta solución, es necesario explorar el contexto político, intentar llegar a un recuento de las pérdidas humanas y, por último, esbozar cómo podría ser esta solución política.

La naturaleza de esta guerra

La guerra no sólo tiene que ver con la decisión del gobierno ruso de entrar en Ucrania, una decisión por supuesto censurable, como escribí en febrero de 2022[1]. También tiene su origen en una carrera hacia el abismo en la que el nacionalismo identitario ucraniano y el juego político de Estados Unidos son responsables al menos a partes iguales[2]. El papel de la extrema derecha ucraniana en los acontecimientos del último Maidan, que provocaron la huida del presidente Yanukóvich (a pesar de que se había llegado a un acuerdo[3], y su implicación en los disparos de «francotiradores» que causaron 49 muertos y 157 heridos, ha quedado ahora demostrado[4]. Esta provocación, que nunca fue llevada a juicio, fue el verdadero inicio de lo que cada vez se parece más a una guerra civil en Ucrania. Por tanto, no se puede descartar el contexto general.

La responsabilidad conjunta de la extrema derecha ucraniana y de la política del gobierno estadounidense ha sido reconocida por John Mearsheimer, el gran especialista en relaciones internacionales, desde el inicio del conflicto[5]. Ya en 2014, Mearsheimer advirtió a Estados Unidos sobre Ucrania, tanto en su artículo de opinión del New York Times del 13 de marzo de 2014[6], como en el del 8 de febrero de 2015, en el que se posicionó en contra del apoyo militar a Ucrania[7].

Hoy, aunque en marzo de 2022 comenzaron las negociaciones entre rusos y ucranianos, la decisión de Kiev de romperlas en abril, sin duda bajo la presión de algunos países de la OTAN[8], ha dado un giro a la guerra. Su naturaleza cambió. Poco a poco se hizo evidente que la guerra era una «guerra por poderes» entre la OTAN y Rusia. Las entregas de municiones y armas de la OTAN, así como la inteligencia y la designación de objetivos, mantuvieron la guerra en marcha, a un coste atroz para el pueblo ucraniano. Esta guerra ha ido adoptando gradualmente la forma de un enfrentamiento brutal no sólo entre Rusia y Ucrania, sino entre los países del «Sur colectivo», como gusta llamarlo el discurso oficial ruso, y un «Occidente colectivo». Los recientes acontecimientos en África nos lo recuerdan.

Este es un punto importante. Los dirigentes rusos sabían que en cuanto el conflicto adoptara la forma más explícita de un enfrentamiento entre su país y la OTAN por mediación de Ucrania, podrían contar con el apoyo, explícito o implícito, de un gran número de países, pero también –y este es un punto crucial– de su propio pueblo. El auge de lo que sólo puede calificarse de «antirrusismo» fanático en los países occidentales también ha contribuido en gran medida a cohesionar a la población rusa en torno a sus dirigentes. Básicamente, esta predicción de apoyo o neutralidad benevolente hacia Rusia se ha manifestado. En un primer momento, permitió a Rusia eludir los efectos de las sanciones[9]. Pero, en segundo lugar, permitió que una alianza chino-rusa se presentara como una alternativa global a la hegemonía occidental, y esencialmente a la estadounidense.

Sobre este punto, los contactos que pude mantener entre 2017 y 2021 con economistas rusos, pero también con personas cercanas al «círculo del poder», me llevan a pensar que una de las razones del gobierno ruso para comprometerse en lo que denomina una «Operación Militar Especial» podría ser que la implicación indirecta de la OTAN, en caso de materializarse, permitiría acelerar la constitución de ese «frente» antioccidental. Tanto si se ha pensado con precisión como si se ha improvisado a la vista de los acontecimientos, nos encontramos en un escenario de enfrentamiento entre «bloques». Como resultado, la guerra en Ucrania se ha convertido en una «lucha existencial» para Occidente, y para Estados Unidos, como sostiene John Mearsheimer[10].

Esto nos lleva a preguntarnos: ¿cómo han podido cometer los dirigentes occidentales semejantes errores sobre las capacidades económicas, militares y políticas de Rusia, errores que reflejan los cometidos por los dirigentes rusos sobre la capacidad de resistencia del gobierno ucraniano? Necesitamos comprender estos errores si queremos entender el callejón sin salida en el que nos encontramos.

Fuente: https://frontpopulaire.fr/

Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para la Miscelánea de Salvador López Arnal.

Notas
[1] Ver mi tribuna publicada el 28 febrero 2022 en la página web de la revista Mariannehttps://www.marianne.net/
[2] Ver la entrevista a John Mearsheimer en The New Yorker, 1º marzo 2022, https://www.newyorker.com/
[3] Sapir J., « La vérité sur Maidan » note publiée sur le blog RussEurope, 19 novembre 2014, https://russeurope.hypotheses. . Voir aussie, Sapir J., « Provocation à Kiev ? », note publiée sur RussEurope, le 5 mars 2014, http://russeurope.
[4] Katchanovsky I., The “Snipers’ Massacre” on the Maidan in Ukraine, Paper prepared for presentation at the Annual Meeting of American Political Science Association in San Francisco, September 3-6, 2015, and revised (2017).
[5] The Economist, 11 mars 2022, “John Mearsheimer on why the West is principally responsible for the Ukrainian crisis”, https://www.economist.com/by-
[6] Ver https://www.mearsheimer.com/
[7] https://www.mearsheimer.com/
[8] https://news.antiwar.com/2022/
[9] Ver, SILVERADO, China’s Export to Russia: Overall Trends and Key Products”, https://silverado.org/news/
[10] https://nypost.com/2023/05/28/

Libros relacionados:

El nuevo siglo XXI

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *