Collins y Dickens

Collins y Dickens
Philip V. Allingham

En marzo de 1851 Wilkie Collins, entonces un estudiante de leyes en el Lincoln’s Inn, conoció a Charles Dickens, a quien se le asocia de una manera tan cercana que se le ha llamado “el asistente de Dickens”. Collins, amigo íntimo de Dickens desde su primer encuentro en marzo de 1871 hasta la muerte de este último en 1870, fue uno de los más conocidos y admirados escritores de ficción victorianos, e inclusive, durante algún tiempo, también fue uno de los mejor pagados. Estos dos hombres se conocieron a través de un conocido mutuo, el artista Augustus Egg. Dickens, quien conocía al padre de Wilkie, William Collins, paisajista y miembro de la Real Academia, invitó al joven Collins a participar en un grupo aficionado de teatro.  Wilkie encontró en Dickens una alternativa a su estricto y autoritario padre.  En Collins, Dickens encontró a un compañero con quien relajarse, alguien que estuviera ajeno al conservadurismo oscuro y tradicional de sus otros amigos, y en abril de 1852, después de que Collins publicó el cuento «Una Cama Terriblemente Extraña» en la revista semanal de Dickens Household Words (Palabras Domésticas) ambos se hicieron muy buenos amigos. Para 1852, época de las actuaciones de Dickens en la Asociación, éste veía a Collins como un amigo tan cercano que lo invitó a ir de vacaciones con él a Dover. El año siguiente, Egg se unió a este par de amigos en sus vacaciones al otro lado del Canal de la Mancha.  Collins le dio cátedra de arte a Egg, y no se cansaba de tararear incorrectamente aires de ópera.  Además, le contó a sus compañeros de viaje la historia de sus doce años de experimentación sexual. Dickens decidió subir el Chamonix a pie, mientras que los otros dos, más jóvenes que él, eran transportados en un palanquín de mala calidad.  Collins estaba encantado de haber regresado a Italia, tierra de su niñez.  En Génova el trío se embarcó con destino a Nápoles, de donde tenían planeado ascender el Monte Vesubio.  En Roma, Collins disfrutó enormemente de los esplendores de la Basílica de San Pedro.  A finales de noviembre, el trío se encontraba en Venecia, en donde frecuentaban el ballet y los muchos cafés de la ciudad, sitios a los que Collins se presentaba muy mal vestido, cosa que mortificaba profundamente a Dickens.

En enero de 1855, tal como era su costumbre en Navidad, Dickens tenía fuertes deseos de montar un cuento de hadas para sus hijos. En esta ocasión se trataba de su propia adaptación de la obra de James Planche’s Fortunio y sus Siete Talentosos Sirvientes, protagonizada por «Wilkini Collini» en el papel de Gobbler.  A mediados de junio de 1855, en el salón de los niños, que también hacía las veces de teatro en la Tavistock House, Dickens y compañía montaron la obra de teatro para adultos El Faro, escrita por Collins. Y fue así como éste último puso a Dickens en la trayectoria de lo que sería el melodrama La Helada Profundidad y de la joven actriz Ellen Lawless Ternan. Al final de agosto de 1855, Collins terminó casi cinco meses de trabajo en la obra. En febrero de 1856, Collins visitó a Dickens en París. En ese verano, Collins se convirtió en el visitante más importante para Dickens, mientras ambos trabajaban juntos escribiendo La Helada Profundidad, una nueva obra de teatro para el grupo aficionado de teatro de Dickens, cuyo borrador terminaron a mediados de setiembre. En ese momento Dickens sugirió hacer un tour de la región de Cumberland a pie para recoger material para un artículo de viaje para su revista semanal Household Words (Palabras Domésticas).  En dicho tour, al descender una montaña, ambos se perdieron en la oscuridad y la niebla, Collins se lastimó la pierna y Dickens tuvo que cargarlo en el descenso.

Todos los antiguos miembros del grupo de teatro (Mark Lemon, Frederick Evans, Agustus Egg, John Forster, y Wills, el ayudante de campo de Dickens en Household Words (Palabras Domésticas) ayudaron a poner la obra en escena.  Janet, la esposa de Wills, representaba a la enfermera escocesa con poderes de clarividencia. El ensayo general se llevó a cabo el 5 de enero de 1868, y tuvo como audiencia a los sirvientes de Dickens y algunos pequeños comerciantes y tenderos; posteriormente, esta compañía de aficionados dio cuatro funciones en Tavistock House, para una audiencia de unas 90 personas en cada ocasión. Los reporteros de siete periódicos londinenses, incluyendo The Times, elogiaron la actuación de Dickens en su papel del taciturno y abnegado héroe Richard Wardour (quien serviría de inspiración para Sydney Caron en su novela Historia de dos ciudades).  El 4 de julio,  Dickens y su compañía dieron una función para la Reina Victoria y su corte, y en dicha ocasión también se encontraban entre la audiencia Hans Christian Andersen y W. M. Thackeray.  Se hicieron arreglos para representar la obra el 21, 22 y 24 de agosto en Manchester, pero Dickens cayó en la cuenta de que los miembros femeninos de su grupo aficionado no tenían la capacidad de proyectar la voz de una manera satisfactoria de acuerdo con las demandas vocales del Salón de Comercio de esta ciudad, por lo que contrató a tres actrices profesionales: la Sra. Ternan en el papel de la enfermera Esther, María, la romántica protagonista, y Ellen, actriz de dieciocho años, en el papel secundario que originalmente representaba la cuñada de Dickens, Georgina Hogarth.  En octubre, Dickens finalmente montó una producción profesional en el Teatro Olímpico, en la cual Henry Neville tomó el papel que Dickens había representado originalmente.  Para esta ocasión Wilkie empezó a hacer ciertos cambios en el guion, cambios que eventualmente llevarían a mayores revisiones del mismo en 1866.

En los años siguientes, Collins y Dickens trabajaron juntos escribiendo cuentos tales como Los peligros de ciertos prisioneros ingleses para Household Words (Palabras Domésticas) (Navidad de 1857). Mientras tanto, el hermano de Wilkie, Charles, había iniciado una relación romántica con una de las hijas de Dickens, Katie.  Charles Collins era una fiel copia de su padre; de la familia de Dickens, Katie era la que más se parecía a su padre.  En la mañana del 17 de julio de 1860, Katie Dickens se casó con Charles Collins en la Iglesia de Santa Maria en Higham, cerca de Gad’s Hill.  Katie era una vivaz muchacha de tan sólo 20 años, mientras que el novio, de 32 años, era un introspectivo y melancólico paisajista y escritor de libros de viaje.  La salud de Charles Collins era mala, y desde el principio parecía augurar que Katie estaba destinada a ser una viuda joven; en efecto, Charles murió de cáncer de estómago en 1873.

Cuando Wilkins empezó a trabajar y a escribir en colaboración con Dickens en las oficinas de Household Words (Palabras Domésticas), Dickens, aunque solo doce años mayor que él, ya había amasado una vasta experiencia como periodista, escritor de cuentos y novelista romántico. Dickens sabía exactamente cuál material era apropiado para la prensa y cuál no lo era; Collins, por el contrario, era radical en sus retratos psicológicos y en su realismo y estaba determinado a explorar lo que Henry James llama «los misterios que se encuentran en los umbrales de nuestra propia casa».  En 1859, después de romper con los editores de Household Words (Palabras Domésticas), Dickens fundó All the Year Round (Durante todo el año), una revista semanal similar a la anterior,  a la cual todo tipo de lector tuviera acceso. La primera entrega semanal de la novela de Wilkie Collins La Dama de Blanco apareció en la misma edición de All the Year Round (Durante todo el año) que la última entrega de Historia de dos ciudades: el 26 de noviembre de 1859. Para cuando Collins había terminado de escribir esta novela sensacionalista, en julio de1860, a pesar de entre los críticos había producido muy diversas reacciones, era claro que había contribuido significativamente a aumentar las ventas de la revista.  A mitad de agosto de 1860, cuando la editorial Sampson Low, Son y Compañía la publicó como obra en tres tomos, ésta rompió todos los records previos de venta de novelas.

La sobria y escueta prosa de Collins carece de la resonancia, poesía y alusiones de la de Dickens.  A pesar de estas diferencias de estilo, durante la década de 1860, Collins disfrutó de una popularidad literaria y un éxito financiero casi igual a los de Dickens, ya que el público lector victoriano apreciaba la sutileza de sus personajes, el realismo de sus retratos psicológicos, y sus ingeniosas tramas.  Para el novelista de mayor edad, la trama se derivaba de la interacción entre personajes que eran sentidos con mucha profundidad; para el novelista más joven, el azar, que parece ser casual, (aunque en realidad se trataba de la Providencia), y que está más allá del control de los personajes a nivel individual, es lo que aparentemente anima y dirige la trama. Dickens y Wilkie Collins escribieron juntos algunas historias de navidad para el ejemplar anual navideño de All the Year Round (Durante todo el año), como por ejemplo «Un mensaje proveniente del mar» (1860), «El terreno de Tom Tiddler’s» (1861), «El equipaje de cierta persona» (1862),  «La residencia de la Sra. Lirriper» (1863) y «El legado de la Sra. Lirriper» (1864). En marzo de 1862, Wilkins cumplió con su última obligación contractual con All the Year Round (Durante todo el año) al finalizar la publicación por entregas de la novela Sin nombre, que Dickens consideró extremadamente ingeniosa.  La venta de los derechos de autor de esta novela le produjo a Wilkie la astronómica suma de £4,600. En este punto triunfante de su carrera, Wilkie se vio obligado por una dolorosa combinación de gota, reumatismo y adicción al láudano a visitar varios balnearios en el continente para recuperar su salud.

En abril de 1861, a pesar de que la publicación de Sin nombre en All the Year Round (Durante todo el Año) iba a continuar durante 1862, Collins firmó un contrato con Smith y Elder.  Sin embargo, con cierta frecuencia Dickens lograba atraer a Collins de nuevo a su revista, como sucedió en el caso de la publicación por entregas de La Piedra Lunar (1867).  Dickens era un fiel defensor de las causas sociales, pero hacía esta defensa de una manera menos explícita en sus novelas que en su periodismo, y una de las razones por las cuales no se sentía satisfecho con las novelas de Wilkie era que cada una de ellas tenía «un propósito».  Algún tiempo después, el poeta Swinburne reflejó esta característica de Wilkins en una elegía en verso que apareció en noviembre de 1889 en el Fortnightly Review.

¿Que fué lo que casi lleva al ingenio del buen Wilkins a la perdición? Cierto demonio murmuró: “¡Wilkie! Debes tener una misión!”.

Por este motivo, Dickens, quien inicialmente se había mostrado entusiasmado con la novela de Collins La Piedra Lunar, tenía ciertas reservas con respecto a esta obra, a pesar de que su publicación por entregas había aumentado las ventas de All the Year Round (Durante todo el año) más que ninguna otra novela hasta esta fecha, sobrepasando inclusive sus propias obras Historia de dos ciudades (1859) y Grandes Esperanzas (1861).  Por otro lado, es posible que la insatisfacción que tanto dicha novela como su autor, Collins, le provocaban a Dickens se haya debido más bien al disgusto que éste sentía por su enfermizo y neurótico yerno, Charles Collins.  Dickens le comentó confidencialmente al actor Charles Fechter que, al mirar a su yerno sentado en frente suyo en la mesa del comedor de Gad’s Hill, se dijo a sí mismo: «Cuesta creer que te encuentres aquí hoy, pero mañana te quedarás en tu recámara para nunca más salir».  Sin embargo, Dickens sintió admiración por las obras que Wilkie escribió posteriormente, entre ellas Blanco y negro, una obra de teatro que Wilkie escribió en 1869 basada en una de las ideas de Fechter.

A finales de 1860, la salud de Collins empezó a declinar. Su adicción al opio, cada vez más fuerte, y sus peculiares relaciones con Caroline Graves y Martha Rudd le llevaron a un distanciamiento con Dickens, quien conocía todos los detalles de la vida privada de Wilkie, así como este último estaba enterado de la relación extramarital de Dickens con la joven actriz Ellen Ternan.  No resulta sorprendente que tanto en los libros como en la realidad ambos novelistas sintieran una fascinación por los secretos y las dobles identidades. Wilkie Collins y su mentor se mantuvieron distanciados en los últimos años de vida de Dickens.  Después de la muerte de Dickens en 1870, Collins continuó siendo un escritor prolífico, a pesar de sus continuos problemas de salud.

Fuente: Victorian web.

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