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Finalmente el realizador tailandés Apichatpong Weerasethakul regresa con su primer largometraje tras ganar la Palma de Oro en Cannes con «Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas» en el año 2010. «Cemetery of Splendour», una de sus películas más lineales y aparentemente sencillas, es una nueva y gran muestra de una visión cinematográfica onírica, metafórica y tan personal que convierte cada película de este director en una experiencia única.
El cine de Apichatpong Weerasethakul es algo diferente. Muchas veces es difícil de interpretar, presenta una historia que no discurre por cánones narrativos convencionales y entremezcla una pausada cotidianeidad con una forma de realismo mágico lleno de simbolismo y lirismo. Su cine no busca una comunicación directa y es comprensible sentir en ocasiones cierta frustración con el poso críptico impregnado en sus películas. Por ello sorprendió a muchos que «Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas» se alzara con el galardón europeo más importante y prestigioso, la Palma de Oro, por delante de otros títulos más accesibles y favoritos como la francesa «De dioses y hombres» de Xavier Beauvois, la inglesa «Another Year» de Mike Leigh o la japonesa «Poesía» de Lee Chang-dong. El presidente del jurado de esa edición de 2010, Tim Burton, dijo al respecto del filme ganador que «uno siempre quiere que las películas le sorprendan y ésta, para la mayoría de nosotros, lo logró.» Sin lugar a dudas, el cine de Apichatpong Weerasethakul no solo sorprende por tener una concepción tan particular y ser uno de los máximos exponentes del cine de autor contemporáneo, sorprende porque en su extrañeza es enormemente cautivador gracias a la mezcla de hipnotismo y belleza, imaginario y calma naturalista.
«Cemetery of Splendour» se mueve por terrenos similares a «Uncle Boonmee recuerda sus vidas pasadas» aunque esta nueva película, narrativamente y en cuanto a estructura, presenta una complejidad menor. Es cronológica en su desarrollo y los elementos oníricos se integran con fluidez dentro de la historia. Apichatpong Weerasethakul vuelve a mezclar presente con pasado, realidad con un aparto místico y divino, y todos viven en el mismo plano de existencia. La reencarnación de las almas de Uncle Boonmee, o el ser humano que se transforma en animales de «Tropical Malady», tiene aquí su equivalente en reyes de la antigüedad que siguen luchando y deidades que vuelven del mercado. Con respecto a títulos anteriores, resulta más patente el carácter onírico presente en este filme, puesto que «Cemetery of Splendour » es una película, como define perfectamente su director, con una trama que «puede ser el sueño de estar despierto o la realidad que parece un sueño.»
Inspirado por la historia real de unos soldados que tuvieron que ser confinados en cuarentena a unos barracones y la propia infancia del director, durante la cual vivió en un pequeño hospital al ser sus padres médicos, Apichatpong Weerasethakul compone una historia que funde sueño y realidad. Durante unas excavaciones dentro del recinto de una pequeña clínica rural, los soldados que hay destinados allí misteriosamente contraen una enfermedad del sueño. Sin que haya explicación, estos soldados se despiertan durante muy pocas horas para sumirse a continuación en un sueño comatoso durante largos periodos de tiempo. Una voluntaria del hospital cuida de un soldado que no tiene familia, y entabla amistad con una médium que puede leer los sueños que tienen los soldados en su letargo. Mientras los médicos intentan aliviar su enfermedad con terapias basadas en respiradores y luces de colores, la explicación del suceso apunta al enclave mítico en el que está situado el hospital.
El realizador introduce elementos míticos, espirituales y fantasiosos, si se miran desde una perspectiva alejada de la tradición cultural tailandesa, de una forma realmente fascinante. Apichatpong Weerasethakul funde los planos de realidad y espiritualidad con una sensible naturalidad, creando una película que, si bien visualmente no busca llamar la atención, logra intensificar la cotidianeidad de la coexistencia de estos planos a través de su puesta en escena. Esta falta de efectismo, acrecenta la precisa capacidad de sugestión que posee la película.
«Cemetery of Splendour» es un pausado relato donde pasado y presente, la recuperación de identidad de un pueblo a través de su legado ancestral, la convivencia con las tradiciones, su olvido en la modernidad y su recuerdo como un sueño son varios de los temas principales. Como en películas anteriores, memoria, recuerdo y pertenencia son tres de los ejes sobre los que se construye la historia. El filme también es una reflexión sobre Tailandia como país, desde su pasado monárquico, y su paso por ciclos políticos donde se suceden periodos llenos de sueños acerca del futuro y golpes de estado. Esta visión e interpretación, manifestada por su director, no deja de tener una lectura universal al reflexionar sobre la identidad de una nación, ya sea ésta pasada, presente o la que está construyéndose o destruyéndose de cara al futuro.
La lectura de «Cemetery of Splendour» no es directa, ni única; es múltiple y esquiva, llena de simbolismo y altamente sugerente, y también escurridiza. Si Apichatpong Weerasethakul es considerado como un director minoritario, también es cierto que el éxito internacional cosechado con «Uncle Boonmee» no ha hecho que su cine pierda su poder cautivador y su capacidad de trasladarnos a otra sensibilidad con la que concebir el mundo. Lograr en dos horas que uno vea el mundo de forma diferente no es nada fácil y, aunque uno puede perderse dentro de esta nueva forma de ver la realidad, es un logro al alcance de pocos directores.
Ficha técnica:
Director: Apichatpong Weerasethakul.
Intérpretes: Jenjira Pongpas, Banlop Lomnoi y Jarinpattra Rueangram.
Año: 2015.
Duración: 122 min.
Idioma: tailandés.
Título original: Rak ti Khon Kaen.