
Aunque no va bien, no parece que sea la economía lo que vaya a derrotar a Israel. Europa sigue siendo su principal socio comercial, y no le faltan apoyos. Y Estados Unidos está ahí para lo que haga falta.
TOPO EXPRESS
Aunque no va bien, no parece que sea la economía lo que vaya a derrotar a Israel. Europa sigue siendo su principal socio comercial, y no le faltan apoyos. Y Estados Unidos está ahí para lo que haga falta.
Se dijo desde el principio: resistir hasta la muerte del último ucraniano. Y así está siendo. El ejército ucraniano anda a la caza y captura de cualquier varón capaz de sostener un arma, y los muertos son ya centenares de miles. Hasta el último ucraniano.
¿Están aprovechando Palantir Technologies, Starlink y otros gigantes tecnológicos la oportunidad de probar las aplicaciones bélicas de sus productos en la población civil de Gaza, convirtiendo la franja asediada en un campo de pruebas para su tecnología?
Ucrania está intentando contrarrestar la creciente influencia de Rusia en África y acaba de abrir allí diez embajadas, y planea otras diez. Y se une a Francia en la organización de un bloque militar alternativo en ese continente: antiruso y antichino.
Irónicamente, al principio de la guerra en Ucrania había quien subrayaba que ésta iba a durar hasta que muriera el último ucraniano. Pues bien, al parecer, esa es la intención. Hasta el último ucraniano.
El ataque a una base rusa de detección de ataques nucleares ha pasado casi inadvertido por parte de la opinión pública occidental. Pero se trata de un asunto serio, no tanto por las consecuencias reales del ataque, sino por lo que se puede esconder tras él.
En la guerra de Ucrania, Silicon Valley ha cobrado un gran protagonismo. Tampoco los rusos se han quedado cortos en la utilización de la IA con fines de combate. La guerra en el espacio se perfila como una nueva etapa en la escalada tecnológico-militar.
Palestina es hoy la mayor cárcel a cielo abierto del mundo. Una cárcel que sus carceleros bombardean impunemente, asesinando a mansalva, excusando sus crímenes en las acciones de Hamas. Una guerra larga, de carácter colonial, que parece no tener fin.
No será fácil, pero en el Sahel la lucha anticolonial y panafricana tiene visos de ser contagiosa. La presencia de Rusia en la zona es importante, pero aún no definitiva: en Níger, Estados Unidos aún no ha retirado sus tropas.
Las élites del Norte global tratan de amordazar las voces que defienden al pueblo palestino ante el genocidio israelí. Influyen en los medios, y reprimen a los que se manifiestan. Alemania y Estados Unidos están a la cabeza de la represión.
El relativo éxito del ataque de Irán a Israel ha demostrado que los sistemas de defensa ante un ataque con misiles hipersónicos están lejos de ser efectivos. Corea del Norte posee ya misiles “normales” capaces de burlar esa defensa, y también hipersónicos.
Tras lanzar nueve misiles hipersónicos, Irán no usa aún una de sus armas tras la réplica de Israel: cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde pasa la quinta parte del petróleo global, algo que dispararía su precio y quizá afectaría a la reelección de Biden.