
Buffagni establece aquí cuatro fases en el desarrollo de la guerra, que prevé larga y de graves consecuencias para el perdedor, sea este EEUU (y la OTAN) o Rusia. Ucrania, obviamente, es la gran perdedora (y también Europa).
TOPO EXPRESS
La construcción de la Unión Europea ha dado lugar a un ente que está muy lejos de lo que proclamaba el discurso, configurando una Europa alemana en la que el euro tiene un papel primordial. Pretendemos mostrar las debilidades y fallos de esa construcción, y alertar de las graves consecuencias que tiene para los pueblos que la constituyen.
Buffagni establece aquí cuatro fases en el desarrollo de la guerra, que prevé larga y de graves consecuencias para el perdedor, sea este EEUU (y la OTAN) o Rusia. Ucrania, obviamente, es la gran perdedora (y también Europa).
Pocas veces una entrevista publicada en un medio de comunicación tiene repercusión más allá de su ámbito natural. Publicada en el francés Le Figaro, esta conversación con Emmanuel Todd la ha tenido. El lector sabrá apreciar por qué.
En esta entrevista, el ex general de brigada Erich Vad, atlantista y asesor de política militar de la ex canciller Angela Merkel, manifiesta que el envío de tanques Marder a Ucrania es un error, y que la única salida posible es negociar la paz.
El relato dominante que explica las causas de esta guerra elude deliberadamente una visión objetiva y completa de los acontecimientos que han hecho estallar el conflicto, así como ignora los objetivos reales de las potencias enfrentadas.
Nadie –o casi nadie– parece estar interesado en hablar de paz en Ucrania. En número de muertos –ucranianos, rusos y polacos principalmente– sigue aumentando sin cesar. ¿Qué se hizo del antaño potente movimiento pacifista internacional? ¿Y en España?
Algunos analistas militares y políticos insisten en que en realidad, Ucrania ha perdido ya la guerra, y que su prolongación solo conlleva más muerte y destrucción. Esta es la rotunda opinión de Scott Ritter, puesta de manifiesto en esta entrevista.
En el conflicto que enfrenta a Estados Unidos/OTAN con Rusia, quien pone más muertos es Ucrania. Luego, Rusia. Occidente se queja del frío, de la inflación y del costo de la guerra, y aporta más y más armas. Pero los muertos los ponen otros.
La subordinación de la UE a los intereses de EEUU en relación con la guerra de Ucrania la deslegitima como mediadora para intentar la paz. Ignorar que la de Ucrania es una guerra civil que lleva años desarrollándose es impropio de una clase política cada vez más desprestigiada.
Que la corrupción ha calado hondo en la clase política europea es cosa sabida. La reciente detención de una vicepresidenta del parlamento europeo, entre otros ejemplos, da cuenta de ello. ¿Hasta cuándo vamos a permitirlo los ciudadanos europeos?
¿Se resignará Alemania a su completa dependencia de EEUU generada por la guerra en Ucrania? ¿Aceptará impertérrita su desindustrialización? Los restantes países de la UE, ¿acudirán disciplinadamente al matadero que gestiona el hegemón americano?
O paz, o guerra nuclear. No hay muchas más opciones. De modo que la cosa está clara: paz, paz, paz, paz… Mal que les pese a algunos intereses fácilmente identificables, que sacan un buen provecho de la guerra.
Estados Unidos no puede permitirse perder la guerra. Pero tampoco Rusia puede permitirse perder la guerra. Sin embargo, hay perdedores: los miles y miles de muertos, ucranianos y rusos, carne de cañón de un conflicto entre grandes potencias.