
Pese a los recelos de la Unión Europea, Italia se ha convertido en el primer país del G-7 en formar parte de la nueva Ruta de la Seda china, el ambicioso proyecto de infraestructuras que pretende conectar Europa, Oriente Medio y Asia.
TOPO EXPRESS
La construcción de la Unión Europea ha dado lugar a un ente que está muy lejos de lo que proclamaba el discurso, configurando una Europa alemana en la que el euro tiene un papel primordial. Pretendemos mostrar las debilidades y fallos de esa construcción, y alertar de las graves consecuencias que tiene para los pueblos que la constituyen.
Pese a los recelos de la Unión Europea, Italia se ha convertido en el primer país del G-7 en formar parte de la nueva Ruta de la Seda china, el ambicioso proyecto de infraestructuras que pretende conectar Europa, Oriente Medio y Asia.
Gracias a una reciente sentencia del Tribunal de Justicia Europeo contra los pretendidos tribunales privados de arbitraje, a partir de ahora ninguna multinacional europea podrá demandar a un Estado europeo por vulnerar el derecho de la U.E.
La idea que se ha transmitido para la historia sobre el “enero rojo” de Berlín es la de un levantamiento minoritario realizado exclusivamente por una vanguardia de comunistas radicalizados. Nada más lejos de la realidad, como explica este texto.
Tal día como hoy en 1924 fallecía V. I. Lenin. En este texto, escrito en 1915, afirmaba que, en el contexto de las condiciones económicas del imperialismo, unos Estados Unidos de Europa bajo el capitalismo son imposibles o son reaccionarios.
A medida que nos adentramos en el año 2019, las economías de la zona euro, Reino Unido y EE.UU. se están desacelerando. Puede que a no mucho tardar la economía mundial caiga en otra recesión. ¿Quién apostaría entonces por la supervivencia del euro?
La movilización de los chalecos amarillos ha desestabilizado la apisonadora neoliberal de Macron. Se trata de un movimiento por la economía moral y por una democracia auténtica. ¿Qué posibilidades de avanzar tiene este movimiento heterogéneo?
Italia, Francia y España presentan elevadas cifras de desempleo. Si la Unión Monetaria lo fuese realmente establecería un seguro de desempleo comunitario que sirviese de colchón para amortiguar las desigualdades creadas por la propia moneda única.
Hay que estar bien atentos a Francia. Las reivindicaciones de los “chalecos amarillos” se han ido ampliando y hoy ofrecen un catálogo bastante completo de un radical rechazo a la austeridad, la privatización y la creciente desigualdad social.
Los pueblos de la zona euro están cada vez más hastiados de las políticas impuestas por los dirigentes europeos y el gran capital. Es urgente que la izquierda empiece a combatir contra las estructuras de la U.E. y de la zona euro.
La Comisión Europea considera que el proyecto de presupuesto de Italia para 2019 supone un incumplimiento grave de los objetivos económicos fijados por la U.E. Si el gobierno italiano no cede, la presión aumentará y el conflicto será inevitable.
El soberanismo ha venido para quedarse. Estamos viendo sólo los primeros vientos de la tempestad que se avecina. ¿Quién hegemonizará las fuerzas sociales que la globalización ha desencadenado y que demandan protección, seguridad, identidad?
Más allá de lo que cada lector pueda pensar de la conocida posición de Jorge Verstrynge en torno al fenómeno migratorio, no está de más conocer sus argumentos y la información que proporciona, en parte poco o nada sabida.