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Suscribiendo un acuerdo sobre submarinos con el Reino Unido y EE. UU., Australia se sitúa en un régimen de subordinación al hegemón estadounidense que la conducirá inevitablemente a una guerra en un futuro tal vez próximo.
TOPO EXPRESS
En vez de estar las personas al servicio de la economía, como establece en la práctica la economía neoliberal, propugnamos lo contrario: que la economía esté al servicio de las personas. Ello implica reflexionar sobre cuáles han de ser los pilares económicos de una sociedad más igualitaria, más solidaria, en definitiva más justa, desentrañando las ambigüedades y mentiras con las que los economistas liberales nos engatusan cotidianamente.
Suscribiendo un acuerdo sobre submarinos con el Reino Unido y EE. UU., Australia se sitúa en un régimen de subordinación al hegemón estadounidense que la conducirá inevitablemente a una guerra en un futuro tal vez próximo.
Mientras el mundo financiero continúa en la incertudimbre, acudiendo continuamente al papá estado para superar sus graves problemas de liquidez, los fondos de pensiones ven cómo sus activos se deprecian. ¿Quié pagará la fiesta?
El centro del mundo sigue deslizándose hacia Oriente, y lo que hace Occidente para evitarlo acelera ese desplazamiento. Ucrania ha puesto sobre el tapete hasta las cartas marcadas, y la reacción china, sosegada pero firme, no ha hecho más que empezar.
Son luchas diferentes, pero con idéntico objetivo: combatir los intentos del capital de adueñarse de las sustanciosas cantidades que atesoran los sistemas públicos de pensiones. Llevan años intentándolo, y no cesan en su empeño.
Dotada de una inteligencia deslumbrante, incansable luchadora en defensa de los trabajadores, Luxemburg se arriesgó, física e intelectualmente. Criticada y alabada, aunque hoy poco leída, su obra se sitúa entre las más importantes en la historia del marxismo.
Los precios de los bonos se están desplomando, y también el valor capitalizado de las hipotecas empaquetadas y otros valores en los que los bancos mantienen sus activos para respaldar sus depósitos. La perspectiva no es nada halagüeña.
Silicon Valley Bank era el decimosexto mayor banco de Estados Unidos. El segundo en proveer de financiación a decenas de miles de empresas. Su hundimiento en bolsa provoca la segunda mayor quiebra bancaria en la historia de ese país.
Las pensiones son un bocado demasiado apetitoso para que los oligarcas occidentales no quieran apoderarse de él. Llevan años intentándolo y ahora, con la excusa de que quien manda es la Unión Europea, empieza una nueva batalla. Y tiene mala pinta.
La inflación sigue y sigue, a pesar de las declaraciones gubernamentales que predicen el frenado del alza de los precios. Mientras algunos se forran descaradamente, los de abajo ven cómo la cesta de la compra se encarece, al igual que la hipoteca.
En su último libro, el columnista del Financial Times y gurú keynesiano Martin Wolf, parte de la premisa de que el capitalismo y la democracia van como la mano en un guante. Pero está preocupado. Algunos correligionarios empiezan a dudar de ello.
El alza de los tipos de interés y su repercusión en las hipotecas anuncia una nueva ola de desahucios y agobios en las familias, ya golpeadas por el imparable aumento de precio de los alimentos y la desvergüenza de los precios de la energía.
Las noticias de los bancos rusos que se conectan al sistema de mensajería financiera de Irán fortalecen la resistencia contra las sanciones impuestas por Estados Unidos a ambos países y aceleran la desdolarización global.