TOPO EXPRESS
A estas alturas es ya obvio que la crisis ecológica constituye una amenaza para la supervivencia de la especie. El cambio climático es una realidad aplastante, y exige la toma de medidas que no parece que las grandes corporaciones industriales del planeta estén realmente dispuestas a tomar, amparadas en unos poderes políticos que no ponen en práctica su propio discurso.
Las emisiones de gases de efecto invernadero en la agricultura están vinculadas con la transformación de la producción de alimentos en un simple espacio de valorización para el capital. Reducirlas solo es posible frenando los excesos del capitalismo.
En Extremadura, a 164 kilómetros de Madrid, en las cercanías de la Sierra de Gredos, unos millonarios ilustres se han apropiado de un espacio natural protegido. ¿Quiénes son? ¿Quién permite este paraíso de la especulación inmobiliaria y financiera?
Tras la Cumbre de la Tierra de Río en 1992 se vienen celebrando anualmente las Conferencias de las Partes (COP). ¿Qué factores estructurales marcan el fracaso de los gobernantes para frenar el cambio climático?
Cuando las palabras “desarrollo sustentable” se usan libremente y sin referencia alguna a un contexto económico específico, corren el peligro de convertirse en una especie de fórmula mágica cuya invocación hace desaparecer cualquier problema.
Las nuevas redes de conectividad con tecnología 5G conllevan riesgos sin precedente para la salud y el medioambiente. Además, proveerán nuevas formas centralizadas de vigilancia y control. Urge conocer y ampliar el debate, pues hay demasiado en juego.
En un mundo que separa humanidad y naturaleza, los ecofeminismos proporcionan elementos fundamentales para la reflexión y la praxis. Elementos para comprender y actuar frente a las crisis complejas que afrontamos y el repunte de los fascismos.
En apoyo de la Huelga Mundial por el Clima, nos sumamos a quienes piden se declare de modo inmediato la emergencia climática y se tomen las medidas concretas necesarias para reducir drásticamente las emisiones netas de gases de efecto invernadero.
Es necesario informarse y comprender el horizonte tecnológico, sus conexiones, impactos e implicaciones desde muchas perspectivas. Por ello y para actuar hay que apostar por construir redes de evaluación social y acción sobre nuevas tecnologías.
Una transición ecológica justa se entrelaza necesariamente con la lucha de clases. Cuando el llamamiento a esta transición se universalice, se evidenciará que es imposible bajo el capitalismo. De hecho, representa la negación concreta del capitalismo.
En la Amazonia el fuego se ha expandido siguiendo la ruta de las transnacionales de la ganadería y los agronegocios. Por los enormes daños provocados a comunidades y a la naturaleza las quemas deben considerarse un crimen contra la humanidad.
Lo que queda de un expolio capitalista que se llamó progreso ha cambiado el nombre por el eufemístico de la España vacía. Antes se llamaba miseria a secas. O pobreza a secas. O abandono político a secas. Ahora se llama pomposamente España vacía.
La conciencia ecológica nos dota entonces de tres faros para enfrentar la espesa oscuridad del mundo actual. Tres verdades para orientar nuestra presencia y la de nuestras comunidades, nuestro activismo y, por qué no, la de las políticas públicas.
