TOPO EXPRESS
A estas alturas es ya obvio que la crisis ecológica constituye una amenaza para la supervivencia de la especie. El cambio climático es una realidad aplastante, y exige la toma de medidas que no parece que las grandes corporaciones industriales del planeta estén realmente dispuestas a tomar, amparadas en unos poderes políticos que no ponen en práctica su propio discurso.
En la reciente Conferencia Internacional sobre Cambio Climático celebrada en Marruecos, la Organización Meteorológica Mundial ha presentado un informe que ha pasado casi desapercibido. Sus datos son contundentes y las conclusiones, alarmantes. Urge actuar.
La entrada del mercado de las finanzas en el ámbito de las materias primas y los recursos naturales ha acelerado la destrucción de la naturaleza. Además, el fracking y el extractivismo son causa de conflictos sociales y disputas geopolíticas.
Con la compra de Monsanto, Bayer controlará un tercio del comercio global de agrotóxicos y de semillas comerciales. Las semillas transgénicas estarán en manos de tres empresas. ¿En este marco, dónde quedan los agricultores y la soberanía de los países?
Solo en 2015, más de 19,2 millones de personas huyeron de desastres ambientales en 113 países. Esos desastres desplazan entre 3 y 10 veces más personas que los conflictos o las guerras en todo el mundo. ¿Quién se ocupa de los refugiados climáticos?
Hablamos con Adrian Parr, profesora de política ambiental y crítica cultural en la Universidad de Cincinnati, sobre la relación entre cambio climático, sostenibilidad y capitalismo, y la necesidad de definir la degradación medioambiental como un crimen contra la humanidad.
En Colombia con el fin del conflicto armado emergen en primer plano las reivindicaciones pendientes del movimiento campesino y los sectores populares. Así lo muestra esta reciente y masiva movilización, silenciada fuera del país, con objetivos claros expresados en una gran convergencia social y política que sienta las bases de una nueva unidad popular.
Las elites no conspiraron solo para sacar del gobierno a Dilma, también lo hicieron para atender los intereses capitalistas. La Reforma Agraria está siendo una de las primeras víctimas.
India construye una central nuclear (de tecnología que tuvo fallos en Francia y Japón hasta que los reactores fueron clausurados) a 70 kms de una ciudad de 7 millones de habitantes.
