
Supuestamente, Marx y Engels no tenían respuesta alguna a las cuestiones ecológicas que constituyen la principal preocupación en nuestros días. Sin embargo, un examen serio de sus escritos muestra los atisbos ecológicos contenidos en su obra.
TOPO EXPRESS
A estas alturas es ya obvio que la crisis ecológica constituye una amenaza para la supervivencia de la especie. El cambio climático es una realidad aplastante, y exige la toma de medidas que no parece que las grandes corporaciones industriales del planeta estén realmente dispuestas a tomar, amparadas en unos poderes políticos que no ponen en práctica su propio discurso.
Supuestamente, Marx y Engels no tenían respuesta alguna a las cuestiones ecológicas que constituyen la principal preocupación en nuestros días. Sin embargo, un examen serio de sus escritos muestra los atisbos ecológicos contenidos en su obra.
¿Planes para acabar con la despoblación de las tierras de interior? Las políticas de ayuda a los pequeños pueblos se inventaron sin pensar en la gente que vive en ellos. El argumento ha sido sencillo, inquietante: el turismo como única tabla de salvación.
En San Francisco, Monsanto afronta juicios por exponer a personas al glifosato, sabiendo y ocultando que podía causar cáncer. En Yucatán, comunidades campesinas luchan para impedir la siembra de soja transgénica resistente al glifosato.
Los niveles de concentración del mercado mundial de semillas comerciales superan ampliamente las reglas antimonopolio de cualquier país. Los impactos de las megafusiones serán muy negativos para poder comer sano y para la soberanía alimentaria.
Los Tratados de Libre Comercio buscan apropiarse de los bienes comunes con mecanismos cada vez más sofisticados e ilegítimos, como el proyecto Nueva Visión en Agricultura impulsado por el Foro Económico Mundial y 17 agronegocios alimentarios.
Hoy es un hecho científicamente reconocido que los cambios climáticos, cuya expresión mayor es el calentamiento global, son de naturaleza antropogénica. Necesitamos con urgencia una ética regeneradora de la Tierra, acompañarla de una espiritualidad.
Zygmunt Bauman pensaba que vivimos en tiempos líquidos, sin el sentido de misión colectiva asociado a la modernidad clásica. Para superar esta lógica individualista, consumista y depredadora, ¿cuál es el valor de nuestros comportamientos cotidianos?
El desastre nuclear de Fukushima ha contaminado el océano Pacífico en sólo seis años. Sigue arrojando a diario unas 300 toneladas de desechos radiactivos al mar. Un clamoroso silencio oculta estos y otros datos relevantes.
Las áreas rurales están despobladas. No es un asunto nuevo. Reflexionar sobre la despoblación requiere reconocer que parte del problema tiene que ver con las miradas urbanas a lo rural. Hay diferentes despoblamientos, desequilibrios y desigualdades.
Las grandes corporaciones mundiales de agronegocios, mediante los proyectos Grow, implementan programas de asociación público-privada para aumentar su control de los alimentos y de la agricultura en el Sur. Este informe de GRAIN lo explica y denuncia.
Según Leonardo Boff o incorporamos los datos ecológicos en todo lo que hacemos, unido al rescate de la razón sensible, o nuestro futuro no estará garantizado. Sin esa articulación corremos el riesgo de destruirnos y destruir la diversidad de la vida.
Para el geógrafo David Harvey el derecho a la ciudad es el derecho a cambiarnos a nosotros mismos, cambiando la ciudad. Esto implica mirar los lugares donde vivimos de un modo más integral y complejo. Ahora bien, ¿es posible el buen vivir en las ciudades?