TOPO EXPRESS
A estas alturas es ya obvio que la crisis ecológica constituye una amenaza para la supervivencia de la especie. El cambio climático es una realidad aplastante, y exige la toma de medidas que no parece que las grandes corporaciones industriales del planeta estén realmente dispuestas a tomar, amparadas en unos poderes políticos que no ponen en práctica su propio discurso.
¿Por qué resulta más barata la comida basura que una dieta saludable? Frente a esto, el objetivo hoy es construir nuevas prácticas en torno al deseo de comer bien, local, sin productos tóxicos o aditivos insalubres y sin destruir el medio.
Uno de los aspectos más pesados y a la vez “invisibles” de la era digital es que, contrariamente a lo que se podría pensar, los impactos materiales en el medio ambiente, en recursos y en demanda de energía de las plataformas digitales son enormes.
Siete años después de la gran catástrofe de Fukushima, el peor accidente nuclear junto al ocurrido en Chernóbil en 1986, es oportuno establecer un balance a la vez que denunciar la continuación de la sinrazón nuclear.
El escenario para el futuro del cambio climático no pinta nada bien. La única manera de evitar el desastre anunciado es mediante reducciones realmente significativas en los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.
Recrudecimiento de la amenaza de guerra nuclear, falta de acción frente al cambio climático, riesgos que implica el abuso de nuevas tecnologías… Según los Científicos Atómicos, el “reloj del apocalipsis” global está marcando ya una hora dramática.
En 2018 el mundo consumirá un volumen diario de energía primaria equivalente a 271 millones de barriles de petróleo. Con un grave efecto contaminante del carbón, petróleo y gas natural. Sólo 10% de la energía primaria total requerida será renovable.
El 14 de enero de 1921 nacía Murray Bookchin, uno de los grandes pensadores libertarios contemporáneos. Su visión de la ecología social, de gran actualidad, queda fielmente recogida en esta conferencia de 1973 con la que honramos hoy su memoria.
No sólo hay vida sobre la Tierra. La Tierra misma está viva. Posee dignidad y por eso es portadora de derechos. Puede comenzar el tiempo de una biocivilización en la que Tierra y Humanidad, dignas y con derechos, reconozcan su recíproca pertenencia.
Hace 25 años más de 1500 científicos escribieron una primera Advertencia de los Científicos del Mundo a la Humanidad. Ahora son 15.364 los cosignatarios de 184 países que nos lanzan un alarmante y fundamentado Segundo Aviso.
La capacidad de la atmósfera para almacenar gases de efecto invernadero sin que se desencadene un proceso catastrófico de cambio climático es limitada. Al ritmo actual de emisiones de gases invernadero, en sólo 19 años alcanzaremos la cuota total.
Las veinte principales compañías de carne y lácteos emitieron en 2016 más gases con efecto de invernadero que toda Alemania, el país más contaminante de toda Europa, por mucho.
Según el último informe de la FAO el hambre aumenta por primera vez en diez años. El informe apunta a los conflictos armados como causa de ese aumento, agravado por las consecuencias del cambio climático, que es ya una realidad.
