TOPO EXPRESS
La industria audiovisual modela los marcos semánticos dentro de los cuales se desarrollan las pautas de comportamiento. Por eso algunos países empiezan a regular la presencia de diversos colectivos en la producción e interpretación cinematográfica.
‘Uno para todos’ es una película necesaria porque, desde una historia real, plantea que hay que repensar cómo educamos y la importancia de centrarnos en lo esencial. No hay educación sin afecto: del profesor hacia su alumnado y del alumnado entre sí.
Recuperamos “Locke”, un cautivante filme con un solo personaje en pantalla, encerrado en su vehículo y comunicándose únicamente por teléfono, mientras deja atrás una realidad e ingresa en otra.
Recuperamos “Margin Call”, un filme cuyo análisis del sistema económico que se pretende salvar sigue siendo plenamente vigente en su recreación del inicio de la crisis económica de 2008.
Entre noticias que invitan a la esperanza y las que evidencian la magnitud e impacto de la pandemia que vivimos en la actualidad, diariamente aparecen artículos que especulan cómo habrá cambiado el mundo una vez podamos volver a poner pie en él.
Encerrados en los domicilios, en un limbo entre ausencia y presencia, vivimos en el espacio que hemos construido para nosotros. En los márgenes del hogar, historias fascinantes pueden surgir.
“12 hombres sin piedad” y “12”. Encerrados en una habitación, 12 hombres han decidido el destino de otro ser una humano en repetidas veces. Recuperamos dos de las más fascinantes deliberaciones.
Con gran contención y sutileza, este retrato social desborda sus límites para construir un cautivante estudio sobre la soledad y la búsqueda de la identidad propia.
Optando por más corazón que dramatismo, los directores responsables de la celebrada “Intocable” relatan con gran equilibro el mundo de las organizaciones sin ánimo de lucro para gente con autismo, un colectivo obviado con reivindicaciones pendientes.
Audaz, visceralmente bella y con un gran sentido de urgencia, “Monos” presenta a un grupo de niños soldado colombianos robados de su inocencia.
El rechazo de la identidad nacional y personal centra este arriesgado filme donde el respaldo de un gran premio como el Oso de Oro de Berlín es primordial para abrirse un hueco en las carteleras.
Terrence Malick, realizador de “El árbol de la vida”, regresa al pasado con su poética visual para presentar un objetor de conciencia en la Segunda Guerra Mundial en su película más narrativa.
