La abundancia frugal como arte de vivir

Serge Latouche

Latouche es sin duda el teórico del decrecimiento de mayor renombre. El Viejo Topo había publicado ya Decrecimiento y posdesarrollo hace unos años y ahora presenta La abundancia frugal como arte de vivir.

Para Latouche, decrecer en términos económicos no implica necesariamente decrecer en calidad de vida. Más bien al contrario. La sociedad de la frugalidad puede ser también la de otra abundancia, la de una forma de vivir mejor. Es decir, del buen vivir. Un buen vivir que abarca todas las facetas de la vida, incluida, por supuesto la que concierne a la gastronomía.

La frugalidad evita todo consumo innecesario, implica una limitación voluntaria de las propias necesidades, pero no excluye, más bien alienta, los valores de la convivencia e incluso un cierto hedonismo en la práctica del arte del buen vivir. El arte de comer bien forma parte de este arte de vivir propugnado por el decrecimiento.

Así, Serge Latouche cree que es necesario y urgente cambiar de forma de vida, ahorrar todo consumo innecesario, inventar una sociedad capaz de devolvernos la alegría y asegurar la supervivencia de nuestra espe­cie. A esa sociedad el autor la denomina sociedad de abundancia frugal.