■ Fusaro denuncia que el capitalismo realmente existente –turbocapitalismo, lo denomina– pretende la creación de una multitud precarizada, indiferenciada, sometida a idénticas normas, incapaz de resistir al haberse destruido de forma significativa las organizaciones que debían ampararla. Y todo ello en convivencia con una supuesta “izquierda” liberal, sumisa y ciega, definitivamente sometida.
■ La potente herramienta que está utilizando ese turbocapitalismo es la destrucción de la identidad, tanto colectiva como individual, para alcanzar una nueva identidad colectiva homogénea, en la que la precarización y el sometimiento sean definitivamente posibles.
■Afirmarse en la propia identidad no implica rechazar al otro, sino alcanzar la fraternidad mediante el diálogo de identidades diferentes.
■ Diego Fusaro es un marxista que bebe en las fuentes de Hegel, Marx, Constanzo Preve y Gramsci, ferozmente crítico de la izquierda progresista liberal que él denomina “fucsia”.
■ El Viejo Topo fue excluido de la Feria del libro de izquierdas “Literal” por haberlo publicado, bajo la acusación de que era un autor “fascista”.
■ Sin embargo, Fusaro ha sido publicado hasta hoy por los sellos Akal, Trotta, Siglo XXI, Tirant Humanidades, EAS, Alianza, SND editores y El Viejo Topo, que de él ha publicado, incluido este Defender lo que somos, nueve títulos.
■ Fusaro es un conservador en las costumbres y un radical de izquierdas en lo político-económico. Sus dos enemigos son el capital y la cultura woke. Esto ha hecho que se le critique desde el liberal-progresismo como antifeminista y anti-LGTBI, acusaciones hechas desde la ignorancia de quien no lo ha leído.