La Esfinge Serenísima

La Esfinge Serenisima

Semblanza biográfica de la autora

Con fecha y lugar de nacimiento desconocidos (según algunas fuentes, su origen se remonta a la noche –nunca mejor dicho– de los tiempos), la Esfinge es seguramente el único viviente con más de dos progenitores. En efecto, parece haber sido engendrada de resultas de un coito múltiple con participación de un dragón, un ave rapaz, un perro, un león y una mujer (es decir, un ménage à cinq, lo nunca visto). De ahí su polimorfo aspecto. Guarda un cierto parentesco con las sirenas (las auténticas, mitad mujer mitad ave, no las obscenas deformaciones mitad meretriz mitad pescado popularizadas por Hollywood). Dotada de gran sagacidad, sólo comparable a su perfidia, se dedica a atormentar a los humanos con preguntas capciosas e irritantes reflexiones críticas capaces de estrangular sus ya de por sí estrechas entendederas. Es rotundamente falso que, frustrada por no haber podido confundir a Edipo (quien atinó con la respuesta correcta al enigma que le planteaba), se suicidara arrojándose desde la acrópolis de Tebas. Lo que sí es cierto es que desde entonces fijó su residencia permanente en Giza, Egipto, desde donde sigue interpelando a las cada vez más anquilosadas mentes de los seres humanos (y, de paso, contribuyendo a engrosar las reservas de divisas del Estado egipcio a costa de los turistas que la visitan).