Inessa Armand, nacida Elisabeth Inés Stéphane de Herbenville (París, 8 de mayo de 1874–Beslán, Rusia, 24 de septiembre de 1920) fue una escritora, feminista y revolucionaria rusa de origen francés.
Armand nació en París. Tras la muerte de su padre, cuando ella tenía sólo cinco años, se crió junto a su abuela y su tía, ambas profesoras que vivían en Moscú.
A los 19 años se casó con Alexander Armand, hijo de un rico industrial textil ruso. La pareja tuvo cuatro hijos, aunque también cuidaba a un sobrino. Abrieron una escuela para niños campesinos en los alrededores de Moscú. Armand también ingresó en una organización caritativa dirigida a mujeres que ejercían la prostitución en la capital.
Influida por las ideas revolucionarias de su cuñado, Boris Armand, en 1903 Armand ingresó secretamente en el Partido Obrero Socialdemócrata. En junio de 1907 fue propagandista a dos años de destierro en Mezén, en el norte de Rusia.
En noviembre de 1908 Armand escapó de Rusia. De retorno a París, hizo contacto con revolucionarios rusos exiliados en Francia y conoció a V. I. Lenin. En 1911 fue nombrada Secretaria del Comité de Organizaciones Exteriores, formada para coordinar todos los grupos bolcheviques en Europa occidental. Volvió a Rusia en 1912 pero fue nuevamente arrestada y encarcelada. Liberada bajo fianza en marzo de 1913, una vez más abandonó Rusia de forma ilegal. Vivió entonces con Lenin y Nadezhda Krupskaya en la región polaca de Galitzia, donde escribió artículos para la revista feminista y revolucionaria Rabotnitsa.
Armand ayudó a Lenin en la distribución de propaganda antibelicista en Europa durante la I Guerra Mundial. También ayudó a establecer una escuela de formación marxista en Longjumeau, Francia. En marzo de 1915, se mudó a Suiza, donde organizó la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, opuesta a la guerra. En 1917 Armand retorno a Rusia junto con Lenin y otros 26 líderes comunistas a bordo del famoso tren sellado. Tras la Revolución de Octubre, Armand formó parte del ejecutivo del Soviet de Moscú, puesto desde el que criticó duramente la firma del Tratado de Brest-Litovsk.
Tras regresar a Petrogrado desempeñó hasta 1920 la jefatura de Zhenotdel, una organización que reclamaba la igualdad de sexos en el Partido Comunista y en los sindicatos soviéticos. Desde allí, apoyó la legislación a favor del aborto, luchó contra la prostitución, e impulsó la mejora de protección social de madres e hijos y la participación política en el régimen de las mujeres obreras y campesinas. Durante la primavera de 1920 impulsó la aparición del periódico feminista Kommunistka
Inessa moriría en Beslán tras contraer el cólera durante unas vacaciones en el Cáucaso.
Fuente: marxists.org