Con motivo de la llegada de un amigo

Heinrich Heine amigo

-Oh, amigo mío, el de las largas piernas,

El de las largas piernas de progreso.

¿Por qué a París tan azorado vienes?

¿Qué hay tras el Rhin de nuevo?

¿Ha sonado por fin en nuestra patria

De libertad el salvador acento?

-Todo va a maravilla: en nuestra patria

Hay paz fecunda, bendición del cielo;

Y Alemania, con pie firme y seguro,

Con pacíficos medios,

En lo exterior y en lo interior su vida,

Poco a poco, con calma, va extendiendo.

Prósperos somos, sí; no la de Francia

Prosperidad superficial tenemos,

Donde la libertad va destrozando

El exterior progreso:

Su libertad el alemán no lleva

Sino de su alma en los profundos senos.

Ya acabóse la iglesia de Colonia;

De Hohenzollern al linaje excelso

Debemos tal merced; Halzbourgo un poco

Contribuyó a tal hecho,

Y un rey de Wittelsbach fue el encargado

De hacer pintar los vidrios con esmero.

Leyes, constitución y libertades,

Con palabra del Rey nos prometieron,

Y del Rey la palabra soberana

Joya es de tanto precio,

Cual de los Niebelungos el tesoro

Que del Rhin enterrado está en el lecho.

El libre Rhin, el Bruto de los ríos,

Que nadie ha de robarnos en su anhelo,

Los holandeses graves lo sostienen

Por las plantas sujeto,

Y los suizos pacíficos lo guardan

Por la altiva cabeza prisionero.

Dios también una flota nos regala;

De una armada alemana, ya hablaremos;

Y la sobra de vida de la patria

Ya sobre barcos nuestros

Se extenderá gallarda y altanera,

De corrección las casas suprimiendo.

Llegó la primavera; la flor brota,

Los gérmenes estallan ante el viento;

Respiremos pacíficos y libres,

De la naturaleza libre en medio;

Y como nuestros libros se prohíben

Antes de estar impresos,

Seguramente dejará bien pronto

La censura cruel de ser un hecho.

Fuente: Blogpoemas.

Libros relacionados:

resistencia de materiales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *