La colaboración Arabia Saudí-Irán. Una historia olvidada

Colaboración Arabia Saudí-Irán
El 2 de enero de 2016, el gobierno sunita del reino saudí ejecutó al imán más importante de la comunidad chií en Arabia Saudí. El gobierno chiíta de Irán denunció esta ejecución, al igual que los gobiernos de todo el mundo, y advirtió que habría consecuencias . Desde ese momento, la retórica ha seguido aumentando, y los políticos y los medios de comunicación mundiales han hablado de una posible guerra directa entre Arabia Saudí e Irán. Casi todo el mundo tiende a presentar este asunto como basado en la diferencia religiosa entre sunitas y chiítas, de la que se dice que tiene raíces que se hunden en un pasado muy lejano.

Aunque ambas partes parecen esquivar una confrontación militar directa, la guerra en Siria y Yemen se lleva a cabo por grupos que dicen ser próximos de los saudíes y los iraníes. Los combates en Siria y Yemen no parecen estar alentando a nadie a actuar como mediadores cuasi neutrales. Los combatientes en Siria y Yemen desconfían tan profundamente unos de otros que parecen considerar la mediación inviable. Esto hace que sea extremadamente difícil, si no imposible, dar prioridad a cualquier estrategia que combata eficazmente la fuerza aún vigorosa del Estado Islámico, que los Estados Unidos (y otros) han proclamado como prioridad número uno.

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El clérigo chíita Nimr al Nimr, ejecutado por Arabia saudí

Nuestra memoria es tan flaca que hemos olvidado por completo que la sunita Arabia Saudí y el Irán chií colaboraron estrechamente desde un punto de vista geopolítico. Y no fue hace tanto tiempo.No es preciso retroceder hasta la creación del Reino de Arabia Saudita en 1932, cuando Irán reconoció diplomáticamente al nuevo estado, lo que resultó fundamental para la inclusión de Arabia Saudita en la comunidad de estados soberanos. El período más interesante es el de la década de 1960. Cuando los distribuidores de petróleo de repente y unilateralmente redujeron los precios que estaban dispuestos a pagar por el petróleo crudo, el gobierno (pre-Chávez ) de Venezuela sugirió una alianza al gobierno (pre-ayatolá ) de Irán, invitando también a Irak , Kuwait y Arabia Saudita, para establecer algunas medidas capaces de contrarrestar este ataque a su ingresos nacionales. Estaban realmente enfadados, y culparon tanto a los grandes bancos y distribuidores de petróleo (las llamadas Siete Hermanas) como al gobierno de EE.UU., que decidieron apoyar a los bancos, si es que en realidad no instigaron sus decisiones.

En Viena del 10 al 14 de septiembre de 1960, tuvo lugar una reunión. Los cinco estados fundaron la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Invitaron a otros países a unirse a la OPEP. Con el tiempo, otros lo hicieron: Argelia, Angola, Ecuador, Indonesia, Libia, Nigeria, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Gabón (que más tarde se retiró ).

Al principio, la OPEP no era más que un lugar para el debate y el intercambio de información. Sin embargo, cuando Israel derrotó a una serie de estados árabes en la llamada Guerra de Yom Kipur en 1973, con el apoyo crucial de los Estados Unidos, la OPEP declaró un boicot mundial de petróleo. Fue propuesto por Arabia Saudí e Irán. La idea de esta acción militante por parte la OPEP se había propuesto anteriormente por miembros de la OPEP más “radicales”. Pero hasta 1973, no contaron con el apoyo tanto de Arabia Saudí como de Irán. Estos dos estados se habían considerado en aquella época como los e más cercanos a los Estados Unidos. Su cambio conjunto de posición marcó un importante punto de inflexión en la historia de la OPEP.

Manifestación en Teherán en protesta de la ejecución de Nimr al Nimr

Manifestación en Teherán en protesta de la ejecución de Nimr al Nimr

Pero adviértase un hecho geopolítico capital. Arabia Saudita e Irán estaban colaborando directamente. No se habló entonces de la milenaria rivalidad entre sunitas y chiítas. En vez de ello, estaban colaborando. Y funcionó. Se produjo un aumento importante del precio mundial del petróleo, del que se beneficiaron tanto Arabia Saudita como Irán. En 1974, la reunión de los ministros de la OPEP en Viena fue interrumpida por los partidarios de los movimientos palestinos liderados por Carlos “el Chacal”. Él amenazó con disparar a muchos, especialmente al ministro de Petróleo iraní. La historia de cómo los rehenes fueron finalmente puestos en libertad y a qué precio nunca ha sido muy clara. Sin embargo, hay un detalle crucial. Alguien pagó un rescate por el ministro de Petróleo iraní. Los analistas han llegado a creer que el gobierno de Arabia Saudita lo hizo en nombre de su colega iraní. Un comportamiento extraño si se cree que los dos gobiernos estaban influidos únicamente por la discordia religiosa.Otro momento curioso. En marzo de 2007 se llevó a cabo una reunión de la Organización de Cooperación Islámica en Riad, Arabia Saudita. El gobierno saudí invitó explícitamente a Irán a Ahmadinejad, considerado en su momento el líder iraní más verbalmente e incondicionalmente opuesto a cualquier vínculo con el mundo occidental, aceptó la invitación. Fue recibido en el aeropuerto por el rey Abdullah de Arabia Saudita, un gran gesto.

Los intereses petroleros pueden restablecer amistades extraviadas

Los intereses petroleros pueden restablecer amistades extraviadas

Abdullah saludó la llegada de “pueblos hermanos”. La reunión quedó en nada, pero una vez más indicó que las relaciones geopolíticas no se rigen exclusivamente por criterios religiosos.asistir. El entonces presidente de Irán, ¿Por qué fue la OPEP capaz de organizar el boicot y precio del petróleo aumentó en 1973 y de nuevo en 1979? ¿Cuál era la diferencia de entonces con respecto a hoy en el Medio Oriente? Dos cosas principalmente. Los Estados Unidos eran en 1973 lo que ya no son en el año 2016, la nación más decisiva geopolíticamente. Al final todo el mundo tenía que aceptar los deseos de los Estados Unidos, más o menos. El poder geopolítico EE.UU. traía consigo presiones. Cuando le dio su visto bueno a los israelíes en la Guerra de Yom Kippur, necesitaba de inmediato equilibrar esto con algún gesto en la otra dirección, para apaciguar al menos a Arabia Saudita, un aliado crucial. Hay muchos que piensan que Estados Unidos realmente le dio el visto bueno a Arabia Saudita e Irán para poner en marcha el boicot. Aparte de apaciguarlos, aportaba ventajas económicas a los Estados Unidos al mejorar su mano en la partida trilateral entre Estados Unidos, Europa occidental y Japón.¿Y dónde estamos hoy? Arabia Saudita e Irán han colaborado estrechamente en el pasado. No es del todo inconcebible que puedan hacerlo de nuevo en un futuro relativamente cercano. Las turbulencias geopolíticas son muy grandes, y nadie debería despreciar cualquier posible cambio. La geopolítica triunfar sobre las diferencias religiosas. Esto es especialmente cierto debido al importante, aunque relativo, declive de la influencia EE.UU. en la región.